Era piloto de pruebas de coches y motos profesional y un gran deportista, uno de los mejores. Tubo un grave accidente mientras realizaba unos tests para una revista especializada y quedó en estado de coma. Pese a pagar sus impuestos y tener un seguro de accidentes privado nadie se hizo cargo de sus bienes mientras duró su convalecencia. Después de algunos meses despertó del coma, pero vio como todas sus pertenencias habían desaparecido. La publicación y la compañía de seguros lo habían dejado en la estacada, y el Estado le dejó sin nada. Conoció a Moi Hill y al Bisagras en el mismo hospital.