Homenaje a el jueves

Han pasado ya casi cinco años de la estupenda portada de la Revista El Jueves censurada por la Casa Real donde se mostraba la intimidad de la pareja de los Príncipes de Asturias intentando trincar algo de pasta procreando. Pero lo que no sabían, aparte de fornicar, es que su adelantado cuñado deportista se convertiría unos años después en una estrella pornográfica, por que no se le puede definir de otra manera. ¡Vamos a ver! toda esta panda de aprovechados y chaqueteros, no tienen suficiente vergüenza de robarnos el dinero, que todavía quieren más.

En esas fechas se atrevieron a censurar una imagen ofensiva y deshonesta solo ante sus almas puras. ¿Qué harían ahora? ¿dónde está esa pureza de raza, esa honestidad y esa sangre azul de que alardeaban?

Esta gente que se las da de aristócratas y moralistas, que piensan que los demás somos idiotas, se merecen miles de portadas, como la de El Jueves y por su puesto como la que humildemente propongo, no solo de vez en cuando, no, se la merecen cada día. Sufro un asco profundo cuando veo toda esta familia gorreando, haciendo ver que trabajan para procurarnos bienestar, paseando su repugnante fachada por el Mediterráneo, su paso altivo, sus patéticos saludos a la masa amortecida en sus apariciones públicas, sus aplausos a los deportistas, sus mocos, y sus pamelas de lámpara, y lo peor de todo, dictarnos con sus tétricos y aburridos discursos qué es lo que tenemos que hacer y como hemos de actuar responsablemente. Yo no quiero que esta cuadrilla me tutele y me adoctrine bajo ningún concepto.

Deseo que se retiren todos, que devuelvan lo que han despilfarrado, lo que mamonean, que se vayan bien lejos y si tienen dignidad que pidan perdón. No los necesitamos.

Con este dibujo pretendo abrir los ojos de todos los que piensan como yo. ¡Basta ya! estamos en el siglo 21, y no nos podemos permitir como sociedad contemporánea tener como líderes de nuestro país a semejantes patanes. Reaccionad amigos; convirtámonos ya en una sociedad adulta sin necesidad de tutelas absurdas de hace dos siglos, que lo único que nos ha traído históricamente son problemas, y muy gordos.